Baño del Ángel

img002A principios del siglo XX los edificios protegidos legalmente y reconocidos como patrimonio monumental en Toledo no superaba la decena. La protección legal y declaración de Bien de Interés Cultural, BIC, tiene su origen en uno de los mayores impulsos en la declaración de Monumentos, el Decreto de 3 de junio de 1931 en el que se recogen 897 monumentos en toda España, de los cuales 19 pertenecían a la ciudad de Toledo. Dentro de esta política de protección del patrimonio formulada por la II República se encontraba el Baño de la calle del Ángel.

La recuperación de una parte de este Baño permite ampliar el conocimiento sobre este tipo de construcciones de origen musulmán que, junto con los Baños de Tenerías, Cenizal o baños de Yaix, Caballel, baños de la Virgen de Gracia y otros desaparecidos o pendientes de recuperar diseminados por la ciudad, son imprescindibles para comprender la estructura urbana, organización social y hábitos de vida en nuestra ciudad entre los siglos X y XIII.

Los baños eran edificaciones dedicadas a la higiene corporal que constaban de una serie de salas ordenadas paralelas unas a otras: el guardarropa y sala de reuniones (al-bayt al-maslaj), la sala fría (al-bayt al-barid), la sala templada o de vapor (al-bayt al-wastani) y la sala caliente (al-bayt al-sajun) con una cámara inferior que calentaba el suelo desde el horno (al-furn).

La actuación sobre la sala caliente del Baño del Ángel pretende hacer comprensible este espacio, tanto desde el punto de vista de la forma como de la función y el uso que se hacía de él. Esta sala tiene una configuración tripartita con dos alcobas en los laterales del espacio central, separadas por dos arcos de herradura sobre columnas de mármol.

En cada una de las alcobas se aloja una bañera de diferente tamaño, con un banco que ocupa dos laterales en la bañera grande y uno en la bañera pequeña, lo que nos da indicios del carácter social que también tenía el acto del baño. El espacio está cubierto con un sistema de de bóvedas de medio cañón, en la bóveda central se abren una serie ordenada de pequeños huecos o lucernas que realizan una doble función, matizar la entrada de luz exterior y regular la densidad de vapor y el calor del Baño. Los paramentos y bañeras estaban acabados en un estuco de cal. Bajo el nivel de suelo, del que se recupera la cota original, se sitúa el hipocausto hasta hoy mejor conservado de la arquitectura civil musulmana en Toledo. Esta cámara subterránea, formada por pilas de ladrillo refractario que se abren en forma de abanico y crean una serie de bóvedas por aproximación de hiladas para sustentar el suelo de la sala superior, se comunicaba con un horno de leña y conjuntamente formaban el sistema de calefacción del Baño.

Las tareas humanas dejan huellas indelebles que gravan las formas de la arquitectura, que hacen del espacio la memoria del tiempo y del tiempo el arquitecto de los lugares. El Baño del Ángel de origen musulmán, construido según Clara Delgado en el siglo XI, acumulaba usos variados y consecuentes reformas a lo largo de la historia, desde los más recientes (trastero s.XX, carbonería s.XIX, aljibe s. XVIII, cuadra s. XVII), hasta posiblemente en su función originaria como baño alguna reutilización hebraica. El acondicionamiento y puesta en valor de la sala caliente del Baño del Ángel pretende dar luz a todos los elementos del espacio original que han llegado hasta nuestros días, a la vez que hacer comprensible el espacio, su función y su uso dentro del conjunto al que pertenece.

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